Compartamos una cena para dos...

sábado, enero 05, 2013


Deja que canten las venas, las notas lentas de esta canción, respira su voz grave. Dejemos los platos a medio acabar por otros apetitos urgentes.

Los tirantes de encaje caen solos, para juntarse en el suelo con tu camisa. La falda es un charco de tela en la que se bañan tus pantalones. Prendas interiores que llueven despacio por los muslos temblorosos.

Las manos se adelantan ávidas a los besos que recuerdan líneas y curvas dibujadas en saliva, sudor y sabor. Recordar lo conocido para no olvidarlo.

Tumbarnos sobre el césped de seda arañarnos y mordernos la pasión. Bailar encadenados, entrelazando alientos, mezclando nuestras miradas, gemidos que no se avergüenzan de ser oídos.

Furia animal que me golpea hasta el corazón. Hasta que me inunda esa ola cálida por dentro, el aire se agolpa en la garganta y todo se vuelve blanco.


"Quiero todavía coger los suaves pétalos tan bellamente dibujados en tu cara, voy a susurrar... "bésame"... cuando depositas tus labios en mi boca, capturo cada sabor, disfruto de los dulzura de tu lengua, bebo de ti, abandonando mis gemidos en el incendio de ese beso..."

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